domingo, 23 de diciembre de 2018

Aprendamos de María


Te alabamos, te bendecimos y te glorificamos
por el misterio de la Virgen Madre.
Porque, si del antiguo adversario nos vino la ruina,
en el seno virginal de la hija de Sion ha germinado
aquel que nos nutre con el pan de los ángeles,
y ha brotado para todo el género humano
la salvación y la paz.
La gracia que Eva nos arrebató
nos ha sido devuelta en María.
En ella, Madre de todos los hombres,
la maternidad, redimida del pecado y de la muerte,
se abre al don de una vida nueva.
Así, donde había crecido el pecado,
se ha desbordado tu misericordia
en Cristo, nuestro Salvador.

El Adviento toca su fin. ¿Cómo ha sido nuestra preparación? Dios hecho hombre asoma y nosotros, quizá,  estemos todavía preocupados por lo más superficial y material de nuestra vida. Seguramente estemos preparando la Navidad. Pero, ¿Qué preparamos? Que el pecado es vencido por la gracia. Qué la salvación llega. Es a esto a lo nos preparamos.  Muchas luces, comidas, ruidos nos pueden despistar,  pero pongamos la atención en aquel que desborda misericordia.  Pongamos la atención en María,  quien hace posible este misterio de redención. De esta manera podremos vivir la paz y la salvación que vienen de Dios.
Hoy es el día en que con nuestra vida tenemos que bendecir y glorificar a Dios por elegir a Maria para ser su madre. Nosotros pongamos hoy los ojos en María y aprendamos a fiarnos de Dios, como ella, que viene a quedarse con nosotros hasta el fin de los días. Aprendamos a escuchar a Dios y preparemos el corazón para acogerse y vivir como aquél que sabe que tiene al que lo puede todo.
Maximiliano García Folgueiras

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