domingo, 20 de marzo de 2016

Domingo de Ramos 2016

Hoy comienza la Semana Grande para los cristianos. Empieza la Semana Santa, donde, paso a paso, celebraremos los grandes momentos que dan sentido a nuestra fe: la Pasión, la muerte y la resurrección de nuestro Salvador Jesucristo.
            Hoy Domingo de Ramos, recordamos como Jesús era recibido a su entrada en Jerusalén. A Jesús lo recibieron con palmas y ramos al grito de “hosanna Hijo de David”. Todo eran alabanzas a Jesús, que entraba como un “héroe”. Todos habían oído hablar de él, de sus palabras y de sus acciones. Todo el mundo se alegraba que pasara por sus calles.
            Hoy Jesús también pasa por nuestras calles, por nuestras casas, por nuestro lado. Hemos de preguntarnos cómo es nuestra acogida a Cristo. ¿Le acogemos entre alabanzas, cantos y júbilo? ¿le acogemos en silencio? O directamente no lo acogemos porque no nos interesa ni nos importa. ¿Cuál es nuestra postura? Como cristianos nuestra postura es la alabanza y la acogida al Señor, como de hecho hacemos hoy en las iglesias cuando vamos a misa y a las procesiones con los ramos y las palmas. Tenemos que acoger a Cristo que pasa a nuestro lado para demostrarnos que está con nosotros, que le importamos, que él ha venido a entregar su amor para con nosotros.
            Muchos grandes santos han hecho alusión a este día. Algo de lo que también deberíamos pensar y reflexionar. Un papel secundario o ni siquiera eso. Un papel que pasa inadvertido pero que tiene su importancia. Me estoy refiriendo a la borriquilla. ¿Quién piensa en ella? Posiblemente nadie. Y es ella quien lleva sobre sus lomos a Cristo. Este debe ser el papel del cristiano. La Madre Teresa de Calcuta o Emiliano Tardiff se identificaban con la borriquilla cuando la gente les aplaudía. Ellos eran conscientes de que el importante es Cristo, que es al Él a quien debemos llevar en nuestra vida. Que no debemos ser como “Asno” en la película “Shrek” que se crecía ante los aplausos, sintiéndose importante, sino como aquella borriquilla que tuvo el privilegio de llevar sobre sí a Cristo, de acercarle a la gente, de hacerle presente en el pueblo, y sin embargo callado y silencioso.
            Seamos en esta Semana Santa y en nuestra vida, como la borriquilla. Llevemos a Cristo y dejemos que sea Él el principal en nuestra historia. Que nosotros mengüemos para hacer grande al Rey de reyes y Señor de señores: Cristo.
FELIZ SEMANA SANTA
Maximiliano García Folgueiras

No hay comentarios:

Publicar un comentario