¿En
qué se fija el ser humano? Hoy el hombre va tan rápido por la vida que apenas
se fija en lo que hay a su alrededor. Hoy el hombre está tan sumido en la
tecnología, que suelen ir mirando sus aparatos tecnológicos y no lo que le
rodea. Sólo hay una manera de parar al ser humano y hacerle darse cuenta que hay
más mundo allá de su propio mundo, cuándo algo grande o ruidoso ocurre.
Hoy
el mundo está tan metido en su propia vida, que apenas se fija en los demás.
Pero entonces surge la pregunta ¿podemos vivir siempre así? Muchos posiblemente
respondan sí, porque así no tienen que salir de su zona de confort. Pero la
gracia de la vida está en fijarse en lo más sencillo, en aquello en lo que quizás nadie dé
importancia. Aquello que parece carecer de valor. Estas son las mayoría de las
cosas que nos rodean, donde nos jugamos
la vida cada momento. Y ¡nos lo estamos perdiendo, porque creemos que no tiene
valor! ¿No tiene valor aquello en lo que te juegas la vida a cada instante? Claro
que sí. Normalmente decimos que muchos pocos hacen un mucho, pero en
realidad, ese poco puede llegar a
resultar ser mucho, todo depende de la
intensidad y la importancia que demos a esa situación o a ese acto.
No
desperdiciemos los momentos de nuestra vida,
aprovechémoslos y vivamos con intensidad hoy y todos los días de nuestra
vida. Vivamos entregados a cada momento y situación y no permitamos que nada ni
nadie nos haga perder la belleza de la vida, que no está en lo majestuoso, que
no está en lo ruidoso, sino en lo
callado, en lo silencioso, en lo
pequeño de cada día, momento o
situación.
Maximiliano García Folgueiras
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